La vocación solidaria de la organización se refleja en su propia definición fundacional: nace como una entidad benéfica dedicada a paliar las necesidades de alimentación de las personas más necesitadas de Cartagena. Don Pedro Conesa Calderón, creador de la Fundación, y José María Artés, primer presidente de la misma, habilitaron una casa en la Calle del Conducto para servir comida a los pobres. Este local, denominado ‘La Cocinilla’, fue cedido por el ayuntamiento en propiedad a la Fundación durante 99 años.
El número 2 de la Calle Real es el nuevo espacio en el que la Fundación desarrolla su actividad, según constatan documentos de 1940. Se trataba de un edificio de dos plantas con comedores para alimentar a los más necesitados a un precio muy reducido: desde 0,10 a 0,50 pesetas. Sus locales son cedidos en varias ocasiones al Auxilio Social, hasta 1964, fecha en la cual todo el edificio queda en poder de la Fundación.
En los años 90 la Fundación amplía sus pretensiones, tratándose de adaptar a una nueva realidad social. Así, se desarrollan proyectos para favorecer la integración de los excluidos y su inclusión laboral. El objetivo se centra en la formación, para lo cual comienzan a impartirse cursos del INEM destinados a jóvenes desempleados en riesgo de exclusión social. Además de esto, desde 1990 hasta 1998 la Fundación Tienda Asilo de San Pedro se convierte en coordinadora de todos los centros de Cáritas de Cartagena, adquiriendo una finca rústica, llamada ‘La Huertecica’, en la que lleva a cabo un programa de desintoxicación de drogodependientes.
En 1999 se inaugura un Centro de Formación Ocupacional en el barrio marginal de Lo Campano, por el que pasan anualmente más de cien jóvenes que logran nuevas oportunidades para integrarse en el mercado laboral. El Centro se afianza en poco tiempo como uno de los mejores de la Región, dados los datos de ocupación de sus alumnos (cerca del 90%).
En el año 2002 la Fundación asume uno de sus proyectos más ambiciosos: el Hogar Torre Nazaret, una residencia dedicada al cuidado y la atención de personas afectadas por el VIH/SIDA en fase terminal o con la enfermedad muy avanzada, y discapacitados. Lo que comenzó con un piso tutelado, cristaliza en mayo de 2004 en una casa de grandes dimensiones, situada en la localidad cartagenera de Santa Ana, con capacidad para veinte personas.
El 2005 supone la expansión internacional de la actividad de la Fundación: se inicia el proyecto de cooperación ‘Wend Be Ne Do’, en Burkina Faso, por el que se proporcionan recursos económicos y humanos para atender a personas afectadas por el VIH/SIDA y discapacitadas en esta región africana. El responsable del proyecto, Don Aurelio Sanz Baeza, sigue comandando una iniciativa que no deja de crecer.
Hoy en día la Fundación Tienda Asilo de San Pedro es presidida por Doña Nicol Muñoz González. Más de 120 años después la organización mantiene su espíritu original de ayuda a los más necesitados y sigue trabajando por hacer de este mundo un mundo mejor.